Ring.. suena el teléfono. Es un cliente que requiere información de un producto. Dejamos todo lo que estamos haciendo en ese momento para darle la asistencia al cliente y sobre todo, tratar de venderle el producto por el cual ha llamado. Contestamos, le damos el servicio y hasta le mandamos cotización con toda la información que nos requirió. Cuando decidimos llamar al cliente para saber que le ha parecido y darle el seguimiento correspondiente, resulta que todos los teléfonos que nos dio estaban equivocados. Pues, al final nos damos cuenta que el cliente era de la COMPETENCIA. ¡Qué incomodidad! Perdimos un tiempo que hubiéramos podido ganar atendiendo a otro cliente y por ende, dejamos de ganar.
Es nuestro deber comprender que todo es válido en la guerra comercial, pero hay miles de acciones que podemos utilizar para analizar lo que oferta nuestra competencia. Entre estas:
• Analizar diarios, revistas y todo tipo de medio de comunicación impreso, en la búsqueda de anuncios y noticias que tengan relación con la competencia.
• Observar sus anuncios en los diferentes medios de comunicación (radio, televisión, Internet).
• Navegar por las páginas y sitios de Internet buscando información relacionada a sus precios, productos, políticas, métodos de comunicación.
• Obtener referencias de diferentes fuentes: proveedores, bancos, clientes, consultores, etc.
• Comprar sus productos para realizar comparaciones de funcionamiento.
Lo mejor de todo lo que vemos hoy en día es que a parte de que te llaman y hasta te visitan para conocer tu producto, lo venden de igual manera, al mismo precio, lo colocan de la misma manera, lo promocionan de igual forma, no terminando de entender que al final, no lograrán su objetivo porque la diferencia es la que marca el éxito y ellos están haciendo justo LO MISMO.
Las empresas de éxito tienen un sólido conocimiento sobre sus clientes y sus competidores. Obtener información exacta y específica sobre sus clientes y competidores es un primer paso fundamental para la investigación de mercados y el desarrollo de un plan de comercialización. Sin embargo, no podemos caer en la falta de ética y no debemos de hacer lo que no queremos que nos hagan a nosotros. Debemos ser creativos, tomando en cuenta siempre a nuestra competencia pero sin caer en lo mismo.
martes, 12 de enero de 2010
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